Quiero ser viento frío e intempestivo. Moverme a mi antojo volando a través de verdes montañas, inhóspitos parajes llenos de magia y encanto… Mover nubes, moldeándolas con formas. Provocar tormentas y huracanes. Puedo ser destructiva. Hallar la misma fuerza del viento para arrasar mi vida y cambiar lo que está mal en ella.
Quiero ser aire. El mismo aire que acaricia tu piel al sol y que juega a alborotar tus rizos. Llevar a tu olfato aromas olvidados. Hacer que se erice tu piel con la brisa del mar.
Quiero ser tierra. Elevar montañas, provocar terremotos y sacudidas en mi vida. Escupir la lava de mi interior que abrase mis entrañas y me haga temblar. Ser tierra acogedora y productiva donde pacer. Cubrirme con prados de hierba salpicados de flores, recorrida por ríos y lagos.
Quiero ser agua. Refrescar los sentidos. Inundar tus emociones. Ser maremoto. Ser la gota que colma tu boca y se desborda deslizándose por tu cuello hasta perderse en tu pecho. Caer en forma de lluvia hasta calar en lo más profundo del alma. Puedo ser lluvia torrencial que desborda ríos, arrastrando la inocencia de mi juventud. Bébete hasta la última gota de mis quimeras y sáciate con ellas. Ser voluble y adaptable a cualquier envase para que puedas conservarme.
Quiero ser sol. Estimular el crecimiento de las flores en primavera. Iluminar tu camino para que no tropieces con los baches. Calentar tu cuerpo al reposar en la arena de la playa. Irradiar esperanza a todos los que perdieron la fe en esta vida, otorgándolos fuerza paras seguir adelante.
Quiero ser nieve. Manto gélido de blancura inigualable. Cubrir las cosas más grotescas transformándolas en hermosas figuras de blanco. Niños y mayores disfrutan creando ángeles en la nieve, muñecos rechonchos con nariz de zanahoria, brazos de palos, ojos de piedra inanimada, gorro y bufanda. Hacer guerras con bolas de nieve, donde el herido más grave es el que más se divierte. La nieve que evoca recuerdos navideños, donde la paz y el amor predominan sobre la crueldad y la guerra.
Quiero ser fuego. Dejar tras de mí la huella de la desolación. Bañar de cenizas y negro valles, bosques y montañas. Arrasar fauna y flora. Fuego de mi hogar. Caldear la casa en una chimenea mientras yacemos desnudos en la alfombra. El mismo fuego que descubrieron hace millones de años los hombres. Ser el fuego de tus ojos cuando me miran devorando mi voluntad.
Quiero ser océano. Inmensas aguas que surcar a nado o a flote de un velero. Misteriosos e insondables secretos guardados en el fondo del alma. Vestirme con corales y peces de vivos colores pululando a mí alrededor. De espuma las olas adornarán mi faz.
Quiero ser olor. Perfume floral a azahar, jazmín y rosas. Olor a dulce de chocolate. A cítricos exquisitos que abren el apetito. El olor de tu piel recién salida de la ducha que despierta mis instintos. Olor salido de las cloacas, por qué no, no puedo cautivar a todos.
Quiero ser tacto. Acariciar tu piel. Tocar tu mentón al despuntar la barba. Retener tus manos frías, entre las mías, y proporcionarlas calor. Rozar tus labios con la yema de mis dedos que tiemblan de emoción. Sentir tu aliento en mi boca. Enredar tu pelo entre mis dedos. Memorizar tu cuerpo en la oscuridad: cada trazo y rincón de tu fisionomía.
Quiero ser sabor. El dulce amargor del chocolate. El ácido de una fruta tropical que me estremecer. El sabor de tu piel palpitando bajo mi lengua. Paladear el mal sabor que produce el desamor. Fresca menta, amargo café, dulce nata…Todas son explosiones en mi boca.
Quiero ser ojo. Ver todo lo que tus ojos ven. Ver lo que nadie ve. Pero, sobre todo, ver lo que nadie creería jamás. Las fantasías de mis sueños, personajes fascinantes, lugares que nunca se han descubierto o que todavía no se han inventado. Llorar cuando la tristeza me invada y excitarse cuando tu cuerpo aparece delante de mí, contoneándose y pululando con un halo de misterio que me envuelve.
Quiero ser imaginación. Poderosa fuente de sabiduría. Crear en mi mente mundos diferentes donde vivir a tu lado sin que nadie lo impida. Tener al alcance de mi mente todo lo que yo ambicione con tan sólo imaginarlo. Creer es poder, y yo puedo creer.
Quiero ser palabra. Escrita o hablaba. Porque sin estas no podrías conocer mis pensamientos e inquietudes. Ser frase, los versos que forman una estrofa de rima consonante para crear un poema de amor, fantasías de un cuento infantil o de una novela. Las palabras que compongan la pintura en un lienzo. Las palabras que pueden crear en tu mente imágenes nítidas y fehacientes de lo que te cuento. “Te quiero” –frase que expresa mucho con pocas palabras. “No puedo vivir sin ti” –la boca se llena con el sentimiento al pronunciarlas.
Quiero ser enfermedad. Marchitar la juventud y la belleza de tu rostro. Despojarte de la esperanza. Consumir tu vigor y alegría con mi paso mortal. Devorar el último aliento de vida que se escapa de tu boca trémula.
Quiero ser sentimiento. El inocente afecto de un niño hacia sus padres. El cariño de un amigo que acude presto a socorrerte. Odio hacia los enemigos. Celos por la mujer que está a tu lado donde debería estar yo. Alegría por las cosas sencillas de la vida. Valor ante las situaciones adversas. Culpa al dañar a la persona amada sin querer. Felicidad cuando nace un bebé de tus entrañas. Orgullo de una madre cuando su hijo la abraza. Cruel al atacar para defender tu territorio. El dolor que sufres con la furia de mi puño. Y el más grande de todos, amor.
Quiero ser verdad. Camuflada entre líneas. Contundente por su claridad en otras ocasiones. La sinceridad de un amigo. La realidad de saber que no estás conmigo.
Quiero ser mentira. A veces se puede llamar verdad a medias. La destrucción que crea en las relaciones. Engaños camuflados de buenas intenciones. La falsedad de una sonrisa que parece ser amiga.
Este es mi mundo y aquí soy libre para ser lo quiera.
NOTA: Derechos de autor reservados.